Definición de habilidades sociales
Las habilidades sociales son aquellos comportamientos eficaces en situaciones de interacción social. Las habilidades sociales son un arte de relacionarse con las personas y el mundo que le rodea. Son conductas adecuadas para conseguir un objetivo ante situaciones sociales específicas.
Las habilidades sociales incluyen una serie de comportamientos dirigidos al manejo adecuado de la comunicación tanto verbal como no verbal dentro de una conversación. Saber cómo moverse con seguridad dentro de una conversación, saber iniciarla y finalizarla, expresar y recibir refuerzo, concertar citas de forma exitosa, habilidad para introducirse en un grupo de forma correcta, poder presentar a otras personas con facilidad.
Pero las habilidades sociales también incluyen una manera de desenvolverse dentro del grupo con asertividad a través de determinadas habilidades que nos permitan afianzar nuestra respuesta, decir «no», poder expresar emociones tanto positivas como negativas y defender nuestros derechos.
Por último, las habilidades sociales incluyen tomar en cuenta el componente no verbal.
Las habilidades sociales son el conjunto de conductas que nos permiten relacionarnos con los demás de manera satisfactoria, por lo que son imprescindibles en cualquier ambiente que nos podamos encontrar (en familia, en el trabajo, en la calle, etc.).
Una adecuada puesta en práctica de estas habilidades es beneficiosa para aprender a expresarse y comprender a los demás, tener en cuenta las necesidades e intereses de todo el mundo, intentar encontrar la solución más satisfactoria para todos ante un problema o ser solidario, cosas fundamentales si queremos vivir en sociedad.
En ocasiones los sentimientos de inseguridad anulan nuestra capacidad de relacionarnos. Sentimientos de no estar a la altura, de no pertenecer al grupo, emociones relacionadas con la inferioridad limitan nuestra manera de relacionarnos. Disponer de habilidades en comunicación con los demás nos aporta seguridad a la hora de sabernos con capacidad para desenvolvernos en nuestra vida social.
Además, la capacidad de expresarnos con asertividad en nuestras relaciones aportará sin duda emociones relacionadas con la seguridad. Podremos experimentar emociones placenteras si las relaciones con los demás resultan exitosas.
Las habilidades sociales, tanto verbales como no verbales, nos permitirán iniciar, mantener y finalizar conversaciones de manera que podamos sentir emociones de pertenencia al grupo. Donde antes nos invadía la sensación de exclusión, ahora podemos sentir la cercanía del otro. Aprender a escuchar, escuchar de forma activa es una capacidad difícil de practicar para alguien inmerso en un estado emocional de inseguridad cuyos pensamientos giran continuamente en torno a su falta de capacidad, inadecuación y vergüenza.
Además las habilidades sociales nos permiten una comunicación con el resto de personas desde la confianza de saber responder desde la asertividad. Una capacidad de comunicación, una manera de defendernos ante los demás y defender nuestros puntos de vista con la confianza de saber que conseguiremos nuestros objetivos sin dañar al otro. La asertividad no excluye la emoción de la empatía. La asertividad solo es una forma de expresar nuestras emociones y nuestros deseos sin dañar la relación con el otro, tomando en cuenta cómo se siente la otra persona.
Aprender a manejar las habilidades sociales es esencial para tener la seguridad de saber establecer una comunicación, saber qué hemos de decir, cómo hemos de hacerlo. Aprender a escuchar, ser más empático con las otras personas en lugar de estar preocupado por nuestros pensamientos y emociones de inadecuación es una manera de conseguir emociones relacionales de satisfacción.
Aprender a defendernos en las relaciones, a expresar nuestro punto de vista con seguridad, nos llevará a una emoción de satisfacción y seguridad que repercutirá en nuestra autoestima de forma muy positiva. Aprender a pedir en lugar de esperar pasivamente nos dará una sensación de control en las relaciones y de poder conseguir aquello que necesitamos. La consecuencia de aprender a desenvolvernos ante el otro, nos aportará emociones relacionadas con el poder, el control y el éxito. Quizás emociones nunca sentidas en su vida social.